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Día 3-14 de Enero de Perth a Melbourne

  Como vimos en el capítulo anterior, después de haber salido de Dubai a las 11h25´ hora local, habíamos aterrizado en el aeropuerto de Perth a las 1h50´de la madrugada, con una duración de vuelo de 9h25´, al bajar del avión nos estaba esperando un autobús en la terminal internacional, que nos trasladaría a la doméstica en un largo trayecto de unos 20'.

Autobús de enlace entre terminales

  El motivo de este largo tiempo de traslado era por la configuración del aeropuerto, que en lugar de tener terminales contiguas las tiene enfrentadas, cada una a un lado de la pista principal, por lo que el autobús tuvo que que rodear completamente el aeropuerto, un segundo problema fue tener que estar en los bancos exteriores de la terminal hasta que abrió a las 4 de la madrugada, suerte que llevaba una chaqueta de entretiempo porque todo y ser verano en Australia, la diferencia térmica de la noche al día es bastante notoria.

Aeropuerto desierto a las 4h00 y el AIRBUS a Melbourne

 Después de otro buen rato de espera ya en el interior de la  terminal, en las pantallas apareció la llamada al embarque de nuestro vuelo, el avión era un más sencillo AIRBUS 330-200 de la aerolínea Quantas (1), a la que normalmente están asociados los vuelos de Emirates, el vuelo que atravesaría casi completamente Australia de oeste a este tenía incluido un más que apetitoso desayuno, que casi duplique ya que a mi hijo no le apeteció.

Gran diferencia de tamaño entre el Boeing y el AIRBUS

Apetitoso desayuno, al menos para mí

  Llegamos a Melbourne a las 11h43' hora local, habíamos salido de Perth a las 5h30', pero los tres husos horarios que habíamos cruzado nos habían hecho perder otras tres horas más (2).


  Después de efectuar los trámites aduaneros semejantes a otros que he realizado y poco parecidos a los de ciertos reportajes (3),nos dirigimos a subir a un autobús que por un precio bastante elevado, 18 AUS $ que son 12 €, nos trasladaría hasta la estación intermodal de Melbourne, de esta estación hasta el hotel había una distancia de 1 km que hicimos a pie, ya que todavía no sabíamos que la zona central de Melbourne tenía el transporte público gratuito. 
 Nuestro alojamiento era céntrico y bien comunicado, un apartotel con cocina americana bien acondicionada y habitación independiente, después de aposentarnos y descansar unas horas, nos dispusimos a hacer la primera salida a la gran ciudad.  




  El hotel estaba en una calle céntrica y muy bien comunicada, realmente era un aparhotel con su cocina americana y habitación de dormir independiente y bastante bien acondicionado, después de habernos aposentado y descansado unas horas, hicimos nuestra primera salida a la gran ciudad.   

  Pronto un aficionado como yo a los transportes, sobre todo sin son ferroviarios como lo son los tranvías empezó a alucinar, una soberbia red inundaba las avenidas principales, que en casi el 100% de los casos son de doble dirección y dos carriles por sentido, y con los tranvías ocupando la parte central de la calzada, asimismo la vasta red ferroviaria de cercanías también era parcialmente visible, ya que la unión entre las dos principales estaciones de la ciudad se efectuaba exteriormente, a través de unos puentes metálicos que iban cruzando varias avenidas.  


  Sin embargo lo mas alucinante era la variedad cromática de los tranvías, con una gama de colorido y anuncios que me dejaron boquiabierto y eso que era solo el primer día. 

  Un primer día en que también me di una vuelta rápida por la estación principal, donde ya me di cuenta de que el ferrocarril también tenia una importancia vital, el viaje al menos para mi prometía y mucho.






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Día 2-13 de Enero de Dubai a Perth

  Primera escala en nuestro camino hacia Australia, esta la efectuamos en el aeropuerto internacional de Dubai sede de la compañía aérea que nos transportó, Dubai es uno de los siete emiratos que conforman la EAU, Unión de Emiratos Árabes Unidos, habíamos salido de Barcelona el día 12 a las 22h45' hora local y aterrizamos en Dubai el día 13 a las 07h45' h del horario local , aunque el vuelo realmente había durado 6 horas, la diferencia de tres horas eran la consecuencia de haber atravesado ya otros tantos husos horarios.







  Habíamos llegado poco después de que el alba hubiera anunciado el nuevo día, antes de aterrizar sin embargo aluciné un poco con la tecnología disponible en el avión, la famosa pantalla táctil multifunción no solo servía para sintonizar películas, documentales o CD musicales, también permitía visualizar la aproximación y aterrizaje del avión, ya que Emirates tiene varias cámaras de tv en diversas partes del fuselaje, con las que se puede observar el aterrizaje o vistas laterales del vuelo, tal y como si fuéramos los pilotos.


  Una vez aterrizamos tuvimos que volver a pasar el control aeroportuario para el siguiente vuelo, algo que no acabé de comprender muy bien, ya que las maletas van de origen a destino sin posibilidad de acceder a las mismas en esta parada en Dubai, por lo que viajando en la misma compañía y más siendo este aeropuerto su base operativa, lo lógico (a mi entender), sería un traslado reservado sin entrar propiamente en la terminal hasta la zona de embarque y así evitar el siempre engorroso trámite de pasar la aduana, y tener que vaciar, mochila y separar los elementos electrónicos e informáticos del resto, todo y que puedo observar que la meticulosidad varía mucho de un país a otro, y en el caso de Dubai el control de retina no lo efectuamos, cosa que si sucedió a la llegada a España, y a la salida de Australia.


  Sin embargo tampoco pude quejarme de tener que hacer este trámite, ya que de esta manera pudimos intuir un poco la enormidad y porque no decirlo la fastuosidad de las instalaciones aeroportuarias del aeropuerto.


  La instalación estaba repleta de relojes Rolex idénticos a los utilizados en los eventos deportivos más importantes,  y las tiendas de renombre internacional de perfumería, moda, joyería y zapatería entre otras, relucían por todos los lados.


  Una vez pasamos los controles de embarque nos fuimos a la zona de espera donde nos topamos con la réplica exacta de un tranvía de Milán reconvertido en cafetería algo que me dejó descolocado ya que el aspecto era sensacional, tan perfecta era la réplica, que todo y mis conocimientos sobre el tema y haber estado en Milán con lo que conozco perfectamente este tipo de tranvías no me di cuenta hasta que vi el bogue y sus ruedas, ya  que todo y estar muy bien reproducido se veía claramente que eran de madera, sin embargo en cuanto a cotas externas dudo que la diferencia fuera de cm, ya que he viajado en los tranvías milaneses y la sensación de realidad que me dio fue sensacional.


   Poco después y a la hora prevista embarcamos en otro Boeing, idéntico al que nos había traído desde Barcelona, este vuelo mucho más largo comportó que nos facilitaran comida y cena, y además viajáramos viendo un cielo artificial en el techo del gigantesco avión, llegando a Perth en plena madrugada del día 14 debido por un lado a la propia duración del viaje y por otro el perdido otras cuatro horas al viajar hacia el este.

 

 

  En esta ocasión sin embargo el aterrizaje no fue tan plácido, ya que todo y la envergadura del avión este dio un bandazo importante justo en el momento en el que el tren de aterrizaje tocaba suelo, posiblemente producto de una ráfaga de aire, en todo caso la circunstancia quedó reflejada en la cámara del móvil, ya que justo en ese momento había hecho la fotografía, y esta instantánea quedó totalmente movida, estábamos por fin en Australia.


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Día 1-12 de Enero el inicio de la gran aventura

   Australia es un país cuyo nombre para la mayoría de los mortales como los que vivimos en Europa, nos parece por su lejanía una fantasía o un sueño, sin embargo a veces los sueños se convierten en realidad y a mi esta realidad empezó a gestarse durante los días previos y posteriores a la festividad de Reyes, y de esta manera sin apenas darme tiempo el mayor regalo de mi vida se hizo realidad.

  Sin embargo esa realidad me superaba totalmente, ya que gestionar y preparar un viaje a prácticamente el otro lado del hemisferio, sin apenas tiempo de hacer un mínimo trabajo de planificación me provocó una terrible inquietud.

  Los que me conocen bien, saben que todos mis viajes (evidentemente de varios días) están planificados hasta el último detalle,  y casi siempre con algún plan B o C alternativo, consecuencia directa de mi época laboral, donde trabajé durante más de 30 años como técnico de organización, unos conocimientos que posteriormente he aplicado a la vida en general y a mis aficiones (que son muchas), en particular.

 Sin embargo en esta ocasión me encontraba entre la espada y la pared, mi hijo mediano deseaba hacer el viaje, pero y comprensiblemente, tampoco le apetecía mucho hacerlo en solitario, por lo que si el viaje finalmente no se realizaba por no acompañarle,  mi negativa siempre pesaría como una losa en mi conciencia como padre, además estaba la promesa que le hice en su momento a mi mujer (DEP).

  La suerte estaba echada, a pesar de que otra circunstancia me tenía bastante más que preocupado, el avión como medio de transporte, un sistema que he utilizado, pero solo cuando no he tenido otra posibilidad, como ejemplo puedo asegurar que habré viajado a Madrid en una treintena de ocasiones y jamás he utilizado este medio de transporte, aunque teniendo en cuenta mi amor por los transportes ferroviarios, no es el mejor ejemplo.

  En cuestión de pocos días la gestión de reserva hotelera y de viajes estaba resuelta, en cuanto a la compañía de aviación en la que nos desplazaríamos finalmente será Emirates cuya base operativa es Dubai.

  La circunstancia no era casual, ya que muy pocos días antes, en uno de los canales de TV del satélite, se anunció esta aerolínea en una cuña publicitaria previa a un reportaje sobre trenes, que como he anticipado es una de mis grandes aficiones, la película era un corto pero significativo documental de lo que suponía viajar en Emirates, ya que aparte del lujo que se apreciaba en las clases superiores, el trato en la clase económica me dio la sensación de que estaba bastante por encima de los estándares habituales, enseñarle la cuña a mi hijo y convencerlo de que era la mejor opción no fue nada difícil, ya que además en el viaje de vuelta el avión sería un AIRBUS 380 algo que todo y mis reparos a volar me seducía técnicamente al tratarse del avión de pasajeros más grande del mundo, además y como si fuera una premonición en esos días la 2 de TVE hizo un reportaje sobre el Indian Pacific, uno de los grande trenes turísticos Australianos, todo esto pocos días antes de que mi hijo me preguntara sobre la idea de viajar a Australia, parecía que el destino hubiera escrito mi próximo destino.

El aeropuerto casi vacío a la hora de salir

Turbina monstruosa la del Boeing 777

  El viaje de ida a Australia lo hicimos en un Boeing 777-200 otro gran avión con una disposición de asientos 3+4+3, la hora prevista de salida era las 22h45’, que se cumplió escrupulosamente.

 

Comida buena y abundante

Trato exquisito durante todo el vuelo

  Tal y como había visto por tv el trato de la aerolínea fue excepcional, con una comida, que  para ser un avión fue mucho más que aceptable y con la posibilidad de escoger entre dos menús, asimismo a los viajeros se nos facilitó un kit nocturno de descanso en una bolsa, con antifaz un par de calcetines y kit de limpieza bucal, se suministró asimismo una cómoda manta y unos auriculares estéreos, todos los asientos tenían en su parte trasera una pantalla táctil de TV con un completo menú interactivo con más de ¡¡ 3000 ¡¡ títulos entre películas, documentales y una abundante selección musical.

Pantalla multifuncional con mas de 3000 títulos
 Una vez servida la cena , la tripulación se esmeraba en atender a los viajeros sirviendo café, bebidas refrescantes o alcohólicas a discreción, y así todo el tiempo que duró el viaje, ya que cíclicamente aparecían los sobrecargos y azafatas con el carro de bebidas ofreciendo amablemente sus servicios.


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Introducción

  Este blog de viaje lo escribí muy pocos días después de haber efectuado el viaje, sin embargo hace un tiempo me apercibí de que el servidor donde se alojaba el blog, había perdido las claves del blog y el nombre del creador del mismo y consecuentemente el acceso, viéndome absolutamente imposibilitado de modificar y finalizar el mismo, algo totalmente necesario, ya que faltaban por escribir los últimos capítulos.

 Por suerte el blog continuaba todavía accesible como lectura aunque por poco tiempo, ya que las nuevas condiciones de la empresa que facilita la creación y mantenimiento de los blogs (que son gratuitos), exige que los blogs tengan una actualización mínima de una vez por año, una vez transcurrido ese plazo de tiempo el servidor se reserva el derecho a suprimir los blogs que no hayan cumplido esta condición.

 Gracias a este acceso de lectura y utilizando el socorrido Ctrl + C he podido copiar y trasladar a una hoja Word todo el texto ya publicado, de esta manera podré publicarlo de nuevo, corrigiéndolo y mejorándolo si cabe.

ÍNDICE DE CAPÍTULOS

Día 1-12 de Enero el inicio de la gran aventura

Día 2-13 de Enero de Dubai a Perth








Día 3-14 de Enero de Perth a Melbourne

  Como vimos en el capítulo anterior, después de haber salido de Dubai a las 11h25´ hora local, habíamos aterrizado en el aeropuerto de Pert...